domingo, 20 de octubre de 2013

PILATES: BENEFICIOS DE UNA PRÁCTICA ALGO MÁS QUE FÍSICA



La contrología es la coordinación completa del cuerpo la mente y el espíritu
Joshep Pilates 

En los últimos años han surgido millones de adeptos a una práctica que va ganando popularidad por momentos. Bien es verdad que todavía es desconocida por la gran mayoría y alrededor de ella corren innumerables leyendas y dichos tales como:
“Si, ahí se hacen muchas abdominales”, “sirve para estirar”, “es una práctica muy relajada”, “es más bien para mujeres”… como veremos a continuación, nada más lejos de la realidad.

            Joshep Pilates, el creador del método, estudio el cuerpo humano y el movimiento hasta dar con unos principios básicos que bien usados conllevan una mejora integral. El Pilates es un entrenamiento basado en una práctica que aúna lo físico, lo mental y lo espiritual para llegar a tener un control total sobre nuestro cuerpo a voluntad. Esto repercute en un mayor nivel de salud, felicidad y eficiencia.

 
            Bien es verdad que la práctica per se no es buena. Hemos de tener en cuenta las características psicofísicas de la persona pues de lo contrario podemos perjudicarla. Un ejemplo: si hacemos que alguien con una curvatura de espalda disminuida, siga haciendo abdominales o estiramientos manteniendo esa curvatura de espalda, lo estamos perjudicando más que beneficiando. De ahí la importancia de que esta práctica ha de ser individualizada y tener en cuenta las características de la persona.

            Uno de los beneficios de la práctica consiste en reequilibrar nuestra postura corporal ideal, aquella que nos permite ser lo más eficientes en aquello que hacemos, es decir, que utilicemos la energía necesaria que requiere cada caso. ¿Cuántas veces nos hemos descubierto en una postura doblada o incomoda? Normalmente suele ser cuando nos produce dolor, es decir, ya demasiado tarde. El trabajo de concienciación corporal te permite mantenerte más alerta para llevar siempre la postura que mas te favorece.

            La movilidad articular consciente permite trabajar bloqueos y zonas que se encuetran “estancadas” desde hace mucho tiempo, elevando la eficiencia mecánica del músculo y liberando incluso bloqueos energéticos en determinadas zonas del cuerpo.

            La concentración se trabaja gracias a la exigencia que requiere estar pendiente de cada músculo en cada momento para que se produzca la contracción deseada por el sujeto. La concentración es necesaria para tener éxito en todo tipo de tareas  tanto deportivas, como cotidianas desde jugar un partido hasta hacer la compra.

            La respiración adecuada es uno de los pilares de la práctica. Los beneficios del trabajo de respiración son entre otros el  aumento de la nutrición celular, favorecer la eliminación de deshechos del organismo, aumentar la atención y mejorar la concentración.

            Fuerza muscular y estiramiento se trabajan desde la postura biomecánicamente más segura para nuestra estructura osea y muscular, es decir, a la hora de trabajar cualquier ejercicio, se tiene en cuenta la posición y el control de todo el cuerpo. Para ello es verdad que se requiere un gran control corporal que se construye a través de la práctica.

             La visualización previa al ejercicio permite una mayor activación muscular, reclutando las fibras necesarias para el movimiento, ni más , ni menos. Este trabajo de visualización desarrolla además la imaginación y nuestra percepción corporal.

            Uno de los más sorprendentes beneficios es que al ir corrigiendo la postura, nuestras sensaciones y emociones cambian, dado que existe una reciprocidad entre cuerpo y mente. Todos sabemos reconocer a esa persona que esta decaída y va con los hombros abajo y la mirada al suelo o con una curva dorsal aumentada, mientras que las personas más optimistas y positivas suelen ir más erguidas.

Es imprescindible que a la hora de recibir o practicar Pilates encontremos un instructor que analice bien nuestras características anatómicas y biomecánicas. Igualmente, tiene que conocer la correcta utilización o posible variación de cada ejercicio ya que si no es así pueden no producirse los beneficios antes hablados o incluso algún daño.

En definitiva la práctica del Pilates nos mejora a un nivel muy profundo y completo, pudiendo servir tanto como complemento de otras prácticas físicas o como práctica física en si. Sin duda una actividad que no te dejará indiferente.

viernes, 4 de octubre de 2013

¿Y AHORA A QUE JUEGO?




Cuando somos niños,  nadie nos dice que hagamos tal o cual ejercicio o que necesitamos tantas cargas, volúmenes, repeticiones. Nos movemos de forma natural, paramos cuando necesitamos descanso o nos movemos hasta estar exhaustos. Se puede decir que estamos muy conectados con nosotros mismos, con lo que el cuerpo nos pide en cada momento y eso se percibe en la ausencia de sufrimiento a la hora de jugar (hacer actividad físico deportiva).

A medida que crecemos y debido a numerosas causas (entorno, estrés, acontecimientos..), la mayoría perdemos la facultad de escuchar nuestro cuerpo, de conectar con lo que necesita. Buscamos métodos, entrenadores, “salvadores” o modas que nos marquen lo que tenemos que hacer o cuanto tenemos que hacer. Quizá solamente recomendaría a aquel que nos ayude a que aprendamos a escucharnos. Lo siento, nadie que esté fuera de ti tiene una receta, o las “tablas de moisés” donde esta lo correcto o incorrecto. Lo que ocurre es que es más fácil no asumir que somos responsables de nuestra salud y de lo que a nuestro cuerpo le ocurre, buscando a otros para que nos digan lo que tenemos que hacer, y así, echarles la culpa si algo no sale bien.

Por lo tanto, tenemos que prestar atención al diario de entrenamiento y observarnos en el mismo para reconocer que es lo que nos sienta y no nos sienta bien. Se trata de un proceso en el que hay que tener en cuenta a la persona de forma global (y nadie mejor que uno mismo para saber eso),

Cada persona es única y responde a unos determinados estímulos de entrenamiento, incluso para dos personas que hagan la misma actividad, no sucede lo mismo por que interiormente cada uno lo percibe desde su experiencia y actitud. Así pues cada uno tendrá que ir seleccionando la actividad, los estímulos y las cargas que le proporcionan una satisfacción en un mayor número de niveles (no sólo a nivel de salud, sino también social, laboral…)

            Bajo mi punto de vista existen algunos criterios para elegir una determinada actividad física antes que otra si buscamos objetivos relacionados con el bienestar y la felicidad:
La energía: aquellas actividades que elevan tu energía. Cuando estás alegre, atento, concentrado, positivo, te encuentras en un nivel alto de energía, independientemente de que tu cuerpo pueda estar cansado de forma puntual.
Aprendizaje: Eres capaz de aprender con regularidad habilidades nuevas y de incorporarlas a tu bagaje motriz. Este aprendizaje se extiende también a otras áreas de tu vida.
Concentración: te es fácil concentrarte y encuentras pocos elementos que te distraigan mientras estás haciendo la práctica.
Motivación: Se encuentra muy conectada contigo a nivel emocional, y sientes ganas de hacerla. Te resulta relativamente fácil cerrar los ojos e imaginarte haciendo esa actividad.
Recuperación: no necesitas excesivo tiempo para recuperarte físicamente del esfuerzo que has hecho.
Fluidez: Se suele ir pasando etapas de aprendizaje con relativa facilidad, percibiendo un esfuerzo que no supone un gran sacrificio.
Fin en si mismo: Realizas la actividad no por un fin estético, de salud u otro, si no como un fin en si misma, por que disfrutas haciéndola, te hace ser tu mismo. Cuando realizas esa actividad te sientes bien, libre de miedos, preocupaciones, etc. Normalmente cuando acabas esa actividad también sueles encontrarte bien, debido a que el entrenamiento ha producido un estímulo adecuado para que se produzcan diversas reacciones en el organismo.

            Necesitamos el movimiento, por que de hecho, somos movimiento. Los requerimiento de la vida actual, con el sedentarismo, comidas basura, estrés… hacen del ejercicio una actividad fundamental. Elige el tuyo, y elígelo bien. Aquí tienes algunas señales, pero al final eres tu quien gracias a tus sensaciones, a estar conectado con tu cuerpo, con tu esencia, el que debe elegir, por que sólo tu tienes las respuesta.