A la hora de llevar a cabo un entrenamiento, todos seguimos unas determinadas pautas sean conscientes o inconscientes. LLegar a la misma hora a entrenar, escuchar música antes o durante el entrenamiento, emèzar con algún determinado ejercicio. Lo importante es que observemos cuales nos funcionan y cuales no, incorporando o eliminando las que sean necesarias en cada momento.
A continuación daremos unos consejos que darán calidad al entrenamiento en la medida que los uses bien. Más adelante, en siguientes entradas os daré más y desarrollaré los anteriormente expuestos. De momento y como parte principal:
- Crea tu visión
En definitiva, la mejor versión de ti mismo, imagínala, definela bien, visualízala y ponla por escrito. Cuanto mejor la definas, más real será para ti y mayores las posibilidades de llegar a ella.
Es importante plasmar la visión y los objetivos por escrito.
- Marca objetivos que te lleven a la acción y crea estrategias para lograrlos: elabora tus propios objetivos, aquellos que sueñas con conseguir gracias al entrenamiento: una figura más esbelta, mejor condición física... Es fundamental que también sean objetivos internos, ahora hablaré algo de ellos.
Elabora los objetivos a corto, medio y largo plazo. Una vez que hagas esto, ve trabajando a corto plazo y observando el proceso. Es importante que no te obsesiones con estos objetivos, es mucho más práctico tener fe en que los lograrás. Acuérdate de reflejarlos por escrito, tendrás más posibilidades de éxito.
En cuanto a los objetivos internos, me refiero a parámetros como el nivel de energía que tienes, el estado de ánimo con el que afrontas el día a día o tus relaciones personales. Principalmente creo que el mayor indicador es hacer la actividad por que sí, por puro placer, sin buscar marcas ni objetivos, centrarse completamente en ella y disfrutar. Recuerda cuando eras niño y jugabas a algo, el tiempo desaparecía, te hacías uno con la actividad, fluías sin la menor sensación de esfuerzo, esa sensación es la que tenemos que lograr.
- Establece una rutina previa a la actividad: elige acciones
que te pongan en un estado de activación óptima para comenzar la
actividad. Aquello que te "enchufe", que te ponga alerta. En resumidas
cuentas el calentamiento tiene esa función pero hay muchas formas de
"calentar". Puedes previamente visualizar la actividad o las sensaciones
que quieres tener durante la misma, moverte de una determinada manera,
hablar contigo mismo dándote ánimos... hay infinitud de fórmulas y lo bonito es que descubras la que te prepara mejor.
- Atiende a las diferentes señales corporales: el cuerpo lanza señales continuamente antes, durante y después del ejercicio. No se trata de perderse en ellas (centrarse más que en la propia actividad en si) sino de tenerlas presentes para saber que nos da energía y que no, cuando aparece dolor, si existe agotamiento físico o mental... llegará un punto en el que conozcas tu cuerpo tanto que sabrás exactamente la actividad física o ejercicio que necesitas.
- Gana presencia: Es uno de los principios básicos, no solo del entrenamiento, sino de la vida. Estar en el aquí y en el ahora independientemente de que podamos juzgarlo como bueno o malo. Concentración y atención son dos de las cosas que tenemos que trabajar para mejorar este aspecto (lo veremos en próximas entradas). Un ejemplo: dos personas que van a correr, una empieza a sentir cansancio y se evade pensando en otras cosas, aunque esta corriendo "no esta" del todo donde debería estar, la otra se centra en el recorrido, observa y acepta las sensaciones (independientemente que sean de cansancio) y respira intensamente el aire en sus pulmones,se encuentra física y mentalmente en donde está. Las dos tendrán beneficiós físicos, si bien la segunda llegará mucho más alla, a un aprendizaje integral (físico, mental, espiritual).
- Supera tus límites: no sólo físicos, en todos los aspectos. Intenta, estar más concetrado, disfrutar más...
- Sal de tu "zona de confort": Prueba nuevos retos, haz cosas que no has hecho anteriormente, donde no domines tanto. Allí donde están tus miedos, encontrarás tus mayores fortalezas. Desafiate¡¡¡¡
Puedes hacer una actividad que no hayas hecho anteriormente o cambiar el tipo de entrenamiento a uno que no conoces... hay infinitud de variantes. En la medida que estes cómodo con esa incertidumbre, con ese reto constante, tu aprendizaje será mayor.
- Crea hábitos positivos: Descansa lo suficiente, entrena lo necesario, come bien (otro día definiremos que es comer bien) y por supuesto agradece lo que tienes.
- Experimenta, no te creas nada: El auténtico aprendizaje científico, tiene su origen en el experimentar. Nadie mejor que tu conoce tu cuerpo y lo experimenta. En tu interior, realmente sabes lo que necesitas, las actividades que quieres hacer. Tienes que ir descubriéndolas a través de la experimentación. No des nada por sentado, no creas aquello que quieren hacerte creer, vívelo y decide por ti mismo.
En definitiva, comienza a ver tus entrenamientos como un camino de aprendizaje, de descubrimiento de ti mismo, de tus fortalezas y virtudes, de tus valores. Acepta tu nivel y comienza a trabajar sobre tu realidad, sólo así podrás transformarla. El mayor logro es la conquista de uno mismo y gracias al entrenamiento, podemos llegar a ella con innumerables beneficios.
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