Aquí tienes unas pistas de las sensaciones que tienes cuando
esto ocurre:
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Desaparecen completamente las preocupaciones pasadas y
futuras
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Te haces uno con la actividad, de hecho eres lo que
estas haciendo
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No tienes sensación de esfuerzo aunque la actividad sea
extenuante
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Te encuentras relajado y activo a la vez
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Tienes plena confianza en lo que haces
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La actividad fluye, no aparecen pensamientos limitantes
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El cuerpo utiliza la energía justa, necesaria ni mas ni
menos, se vuelve muy eficiente
El deporte, el ejercicio, es uno de los grandes vehículos
para conseguir estos estados de presencia, para estar en el aquí y ahora ya que
requiere una implicación tanto física como mental. Todo ello necesita de un
trabajo constante que en muchas ocasiones no solo se limita a la actividad en
si sino que es una filosofía de vida. Tu entrenamiento se verá multiplicado exponencialmente en sus resultados en la medida que estemos centrados en el momento presente. Para extender esos estados de
experiencia óptima y a la hora de entrenar podemos llevar a cabo una serie de acciones:
Prepara tus sentidos antes de la
actividad: Puedes utilizar varias vías como la visual (imaginándote la
mejor de las situaciones posibles, repasando acciones que quieres llevar a cabo
con total eficacia, disfrutando de la actividad) auditiva (escuchando aquellos
detalles que van a estar presentes en el ejercicio, aquellos estímulos a los
que les das importancia) y quinestésica (realizando movimientos específicos
detallados de aquello que vas a hacer). Con la visualización yo empezaría entre
3´- 5´ en un lugar cómodo y relajado, cuanto mas lujo de detalles mejor.
Se consciente de la respiración: El centrarte en el proceso de
respirar (inspiración-espiración) te ancla al momento presente y es una herramienta excelente en cualquier
situación. Estaría bien hacer 3 o 4 respiraciones profundas (abdominales) antes
de comenzar cualquier actividad. Siempre que estés durante la actividad y
tengas un momento de descanso, una respiración consciente puede serte de gran
utilidad.
Acepta el proceso: Durante la actividad y como consecuencia de
ella se van dando resultados. No los juzgues, no te impliques emocionalmente
con ellos, obsérvalos y sigue realizando la práctica lo mejor posible. Un
ejemplo puede ser cuando recibes un gol en un partido, fallas una bola en
tenis, metes una canasta o sientes cansancio durante una carrera. Son acciones
que emocionalmente te afectan aunque tanto si son positivos como negativos
tienes que aceptarlas y dejarlas que se marchen. De lo contrario seguirás
mentalmente pensando en ellas y no podrás centrarte en las acciones que estas
llevando a cabo en el momento presente. Es fundamental que no te preocupes por los resultados, cuanto menos te preocupes, sino que te ocupes de lo que tienes que hacer, más posibilidades tienes de que aparezcan.
Disfruta: Realiza actividades que te gusten en si mismas, que
disfrutes haciéndolas. La diversión es fundamental y es una de las mayores
claves del aprendizaje, aquella con la que aprendes a más velocidad. Sabemos de
aquello que sentimos, de aquello que disfrutamos. Cuidado con los excesivos
días malos en una actividad de la que normalmente disfrutes, algo puede estar
sucediendo.
Puedes hacer con una lista con cosas que disfrutas haciendo
y otras aburridas y tediosas. Cuando te encuentres haciendo estas últimas si no
puedes disfrutarlas, acéptalas y mantente presente. Igual cuando hacemos una
actividad deportiva, si hay algo que no nos guste hacer o nos resulte aburrido
(por ejemplo a alguien que no le guste correr en series, subir a un determinado
monte o jugar en una posición específica en un equipo) lo aceptamos y nos
mantenemos presentes. Con el paso de esta práctica, te encontrarás mucho más en
la actividad y la disfrutarás mucho más.
Entusiásmate: Marca tus objetivos con aquello que te
proporcione mayor disfrute y habrás encendido la llama del entusiasmo. Cuando
aparece te encuentras con mucha más energía, mucho más confiado. En el deporte
las competiciones suelen ser objetivos que te proporcionan entusiasmo. No te
fijes sólo en estos por que al final cuando la competición desaparece o no
estas a nivel para competir ese entusiasmo desciende. Busca principalmente objetivos
que estén solamente relacionados contigo, con lo que eres y que puedas cumplir
gracias a esta actividad física (mantener la vitalidad y la salud, hacer algo
que te gusta por que si, dedicarte tiempo…)
Existen actividades físicas de por si que requieren una gran
implicación de tu presencia tales como el yoga, el Pilates, el tai chi, las
artes marciales... Auque esa presencia se puede alcanzar en todas. Tienen algo
de meditativo, de hecho, las actividades físicas realizadas con calidad son un
estado meditativo en movimiento. Busca la/s tuya/s y disfrútalas.
Y ya sabes, no te creas nada, experiméntalo.
Libros
Mihaly Csiksentmihaly.
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Fluir una psicología de la felicidad
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Fluir en el deporte. Claves para las experiencias y
actuaciones óptimas
Canción
Macaco. Puerto presente
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